El Templo Ohel Abraham de Menora se vistió de fiesta. Las familias integrantes de la Kehilá se acercaron para compartir una noche única, llena de luz, amistad, aprendizajes e inspiración para celebrar la festividad de Janucá.
El Rab Gabriel Sacca, director general de Menora y el Rab Simón Dechi, dirigieron unas palabras de reflexión alusivas a los presentes y luego se procedió al encendido de la Janukiá, candelabro de 8 brazos que recuerda el milagro de Janucá.
Conemoramos el triunfo de los Macabeos contra el Imperio seléucida, que, bajo el mando de Antíocos IV Epifanes, perseguía a los judíos, prohibió el cumplimiento de los preceptos y profanó el Gran Templo de Jerusalén. Cuando se inauguró el Gran Templo, se encontró un poco de aceite puro, apto para encender la Menorá, que duró ocho días en vez de uno solo.
Menora es una gran familia y estos momentos de encuentro tienen la particularidad de reforzar los vínculos y disfrutar en comunidad.