Ariel Berim, Director de Juventud Menora, llevó a cabo una cena con un grupo reducido de parejas jóvenes, en la que destacó una reflexión para el vínculo de pareja, sobre la porción semanal.
Cuando Abraham tuvo que comprar el terreno para enterrar a Sara, su esposa, vivió una de las pruebas más difíciles.
¿Cómo es posible que comprar un terreno sea más difícil que perder a su persona amada e incluso que el intento de sacrificio de su hijo Isjak?
La acción a destacar y que debemos imitar es la reacción y el autocontrol de Abraham.
Frente a una persona que en primera instancia le dijo que le regalaría la tierra pero que luego le pidió un valor exorbitante, podría uno pensar que el enojo y la reacción agresiva estarían justificados.
Sin embargo, Abraham nos deja otro modelo de conducta digno de imitar. Más allá de los pesares personales e incluso de una actitud incorrecta de la persona con la que estaba tratando, él mantuvo su compostura, no perdió la razón ni se permitió reaccionar de mala forma con una justificación.
Abraham honró y despidió en paz a su esposa Sara, pagó lo solicitado para obtener el terreno para su entierro, y mantuvo la calma.
Si Abraham mantuvo la compostura con un desconocido oportunista, cuánto más aún debemos tener cuidado con nuestra pareja. Es imprescindible dejar toda nuestra carga fuera de la casa y ser cariñosos, comprensivos y compañeros de nuestra pareja siempre.