Nota publicada por Iton Gadol el 1 de noviembre de 2021
Luego de casi dos años, Menorá, Organización Judía Mundial para la Juventud, relanza el proyecto Manos a la Obra, que reúne a jóvenes voluntarios con la misión de refaccionar casas de bajos recursos. Con su trabajo desinteresado, bajo el auspicio de la organización, transforman edificaciones en viviendas dignas, con disponibilidad de servicios y con una infraestructura adecuada.
La pandemia significó un obstáculo para este proyecto, creado en 2011. Aunque durante más de 20 meses los voluntarios debieron frenar sus actividades, sus ganas de ayudar seguían intactas, lo que impulsó a Menorá a relanzar el proyecto. La visión es la misma que diez años atrás: crear conciencia de que el cambio hacia una sociedad más equitativa es posible si se entiende a la solidaridad como una práctica habitual y fundamental para el crecimiento personal.
En nueve años de trabajo sostenido, los más de 200 voluntarios que pasaron por el programa de la organización Menorá restauraron alrededor de 35 hogares. Combinando su vocación altruista con un trabajo desinteresado, bajo la supervisión de profesionales de la construcción, ayudaron a que decenas de familias tuvieran una mejor calidad de vida, volviendo su hogar una casa digna.
“La profundización de la crisis requirió extremar la asistencia en todas sus perspectivas. La sociedad necesita ayudar y ser ayudada y estamos felices de retomar esta gran acción” – asegura Sol Setton, 26 años, voluntaria del proyecto y miembro de la organización Menorá desde hace más de ocho años.
Todos los jóvenes voluntarios aseguran que todas las horas que ellos entregan para la construcción de viviendas de familias carenciadas es el tiempo mejor invertido. “Yo recibo más de lo que doy”, asegura Axel Wolff, 25 años.
Cómo nació el proyecto
El proyecto nació en 2011, con el apoyo de Isaac Khafif, empresario y filántropo argentino reconocido a nivel mundial. Como colaborador de Menorá, se acercó en una oportunidad al Gran Rabino Isaac Sacca para compartir un proyecto de ayuda social que, él decía, requería de una acción inmediata. La propuesta de Khafif, bajo la dirección del Rabino Isaac Sacca y de su hermano, director de Menorá, el Rabino Gabriel Sacca, tuvo una rápida repercusión entre los jóvenes de Menorá.
Khafif, como los jóvenes voluntarios, entendían que la vivienda digna es un derecho básico y universal: una vivienda adecuada, como parte de un nivel de vida adecuado, es fundamental para el disfrute de todos los derechos económicos, sociales y culturales. Este derecho aparece mencionado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 25.