En un encuentro aleccionador, en el que las diferencias no se anulan, sino se respetan, el Centro Menora Chella & Moise Safra, gozó de un brillo especial. Ese brillo que sabe dar la esperanza.
Menora – Organización Mundial para la Juventud- recibió ayer al Embajador de Egipto en Argentina, Amin Mourad Meleika. El Rabino Isaac Sacca, presidente de la Organización lo invitó a compartir un espacio de diálogo con los jóvenes de Menora.
“Egipto es el lugar donde nació el pueblo de Israel. Allí nos hospedaron cuando padecimos hambre.” Así abrió el encuentro el Rabino Sacca. Y agregó: Justamente en la festividad de Pesaj, cuando recordamos que fuimos esclavos bajo el mando de un Faraón, también debemos recordar que fue Egipto quien nos albergó cuando lo necesitamos”.
Luego de estas palabras, dio lugar al Embajador, a quien presentó como una persona con la que comparten el respeto hacia el prójimo y el deseo de entendimiento y paz.
Meleika relató el proceso de paz entre el Estado de Israel y la República de Egipto. Describió cómo de pronto, veía a su presidente entrar a Israel, el país que había sido su enemigo, aunque nunca hubiera conocido a un judío o un israelí hasta ese momento. Y ese acto, despertó en él el deseo de saber. Y al estudiar entender que no se trata simplemente de un litigio político o religioso, sino que existe una barrera psicológica que obstruye la paz.
Una barrera que desaparece con el conocerse a uno mismo y al otro. Conocerse, respetarse y finalmente nutrirse el uno del otro.
Durante su relato, el embajador resaltó su temor luego del asesinato de Anwar el-Sadat. ¿Acaso allí terminaría la paz?. Y no, no terminó, puesto que la voluntad de la paz es iba mas allá de una persona. Y perdura al día de hoy. Expresó también que deben hacerse concesiones, tal como lo hizo Rabin y fuera luego asesinado.
El Rab Sacca señaló que la Paz viene de la mano de grandes líderes. Pero debe ir acompañada y ser fomentada por ciudadanos. Las actividades que realizamos con quienes tenemos cerca, como este encuentro en Menora, es una acción para honrar y promover la paz. Un espacio donde nos conocemos y rompemos prejuicios; donde nos escuchamos y crecemos; donde reconocemos las diferencias y las respetamos.
“Esta acción es un acercamiento a la paz”, concluyó el Rabino Sacca.